lunes, 4 de abril de 2011

La Passio según José Velasco

La Expiración con las Angustias al fondo (JVF)

La historia nos había brindado la oportunidad de vivir un acontecimiento histórico, tras una Semana Santa aceptable en lo meteorológico con algún susto el Viernes Santo, esperaba ansioso la mañana del sábado 11 de abril ya que era un momento único y quizás irrepetible.

Hubo que madrugar bastante para en las puertas del Perpetuo Socorro volver a ver partir el Misterio de la Entrada de Jesús en Jerusalem, el cual se juntaría con Jesús de la Meditación en la plaza de la Universidad. Ya había comenzado a vivir algo único, dos pasos de días tan dispares como el Domingo de Ramos y Miércoles Santo unidos en un traslado. Y así, en un abrir y cerrar de ojos, me encontraba en la puerta del Perdón captando con mi cámara la entrada de ambos pasos.

Pero la mañana seguía y vaya si seguía y bien, de pronto la plaza de las Pasiegas se convirtió en un museo andante de la Semana Santa, y las hermandades que provenían del Realejo más Lanzada, Despojado y Rescate comenzaban a hacer acto de presencia y allí me encontraba yo con mi cámara y con la sensación de estar viviendo algo irrepetible.

Volví a casa y descargué las tarjetas y cargamos nuevas baterías y a disfrutar la tarde, tarde en la que un invitado inesperado quiso hacer presencia la tan odiada y otras veces temida lluvia hacía acto de presencia con contínuos chaparrones.

Y me dispuse a estar presente en un lugar en principio privilegiado en la plaza del Campillo, mientras las Hermandades venían y allí con los chaparrones que iban y venían se aclaró algo la tarde y comenzaron a llegar pasos, para mi tristeza algunos con plásticos con lo que cinco o seis pasos no hubo fotografías o si las hubo permanecen en una carpeta guardadas, hasta que comenzaron a aparecer el resto ya de Hermandades sin plásticos al salir el sol, y vivir imágenes únicas como la silueta del Cristo de la Expiración con las torres de la Basílica de las Angustias al fondo o la misma imagen con Santa María de la Alhambra, o ver cerrar el cortejo con la Señora de San Jerónimo. Tras el paso de las Hermandades allí me quedé en el mismo lugar hasta que volvieron a pasar las Hermandades del Trabajo, Despojado, Lanzada y Escolapios de regreso a sus respectivos templos viviendo unas imágenes únicas como la del Puente Romano con el Cristo de la Lanzada y al fondo Cristo expirando. En resumen fue una jornada inolvidable, irrepetible y que espero que no tardemos en esta ocasión 100 años para volver a vivir alfo similar, un deseo esperado y un sueño vivido que gracias al impulso de José Luis Clements (QEPD) y la Real Federación pudo vivir la ciudad.

José Velasco, fotógrafo cofrade y hermano de los Salesianos

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