viernes, 11 de marzo de 2011

La Passio según Javier de la Oliva

El paso de Jesús del Perdón por su barrio (VGB)

Agradezco sinceramente esta oportunidad de escribir unas notas de mi experiencia personal como costalero del Señor del Perdón en la Passio Granatensis.

Mis sensaciones de aquel día, y entiendo que no descubro nada en este sentido, fueron de una gran emoción a lo largo de toda la jornada y, sobre todo, la satisfacción personal de estar participando activamente en un evento de calibre histórico, y un acto de fe sin precedentes.

Empezando a las claras del día con la preparación de la salida desde San Miguel a unas horas que de por sí llamaban al recogimiento, contagiando a todos los hermanos de una responsabilidad y compromiso distinto al de la salida penitencial; la estampa del paso por el barrio tan sólo rodeado de hermanos y muy poco público, con tan sólo el racheo de las zapatillas, el canto de los pájaros, y las órdenes precisas y comedidas de los capataces... un cúmulo de sensaciones enriquecedoras tanto a nivel meramente emotivo como espiritual.

La 'inserción' en el cortejo de pasos que venían del Albayzín fue también un impacto para los sentidos, y agradezco al azar de los relevos que me tocara vivirlo fuera del paso. ¡Que categoría de imágenes, una detrás de otra, desde Plaza Nueva hasta la Carrera del Darro! Puede que haya 'Entierros Magnos' con relativa frecuencia a lo largo de la geografía andaluza, pero sinceramente y sin pretender ser presuntuoso, dudo mucho que con la calidad del que tuvo lugar en nuestra bendita ciudad.

En el aspecto meramente costalero, disfruté tremendamente del andar pausado, rechaeado y largo que este evento demanadaba. Aunque mi experiencia personal me ha permitido trabajar bajo pasos de silencio, la exclusividad de ver a mi Titular con esas maneras andando por calles inéditas, contribuyó definitivamente a hacerme pensar que lo que estaba viendo era una oportunidad prácticamente irrepetible. Reseñar también este aspecto y cómo no, la enorme calidad musical de la Banda de CC. y TT.  de la Expiración de Morón, que espoleó a la cuadrilla con una calidad de repertorio y ejecución fuera de toda duda. Incluso en esto fue inigualable la experiencia de aquel día puesto. lamentablemente e inexplicablemente, la banda ya ha desaparecido, cuando se encontraba entre las más reconocidas de Andalucía.
Por último, y ya como hermano, caló hondo en mí el orgullo de ver las caras de emoción de hermanos que por supuesto de responsabilidad los Jueves Santo jamás habían podido disfrutar de la bulla, viendo al Señor ascender las cuestas del barrio con el poderío que acostumbra. Me llenó tremendamente que ellos también tuviesen la oportunidad de guardar en su retina un trocito insigne de la historia de su hermandad y de la Semana Santa de Granada.

Acabo felicitando a todos los granadinos que hicieron posible este milagro, y al responsable de este blog por mantener vivo el recuerdo de aquello que, entre todos, conseguimos. Al final, pese a las dificultades iniciales pudimos realizarlo con solvencia, y nos ha quedado un poso de experiencia muy valioso... ¿Seremos capaces de organizar una Magna Mariana?... ¡Sin duda! Desde aquí os animo a todos a trabajar para conseguirlo.

Javier de la Oliva, hermano de la Aurora

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