 |
| El paso del Señor de la Humildad (JGB) |
Parece que hace mucho tiempo y sin embargo, las hojas del calendario nos mienten una vez más. Ha transcurrido apenas dos años desde que ese once de abril marcara el presente, y espero que el futuro, de nuestras hermandades de penitencia.
Cómo hay veces que me gusta ir al contrario de lo demás, yo me quedo con la previa. Es como si se disfrutara más, ¿no creen?
Pertenezco al grupo de los que dicen que las hermandades se disfrutan más 'de recogida', pero ese día algo de ese esquema cambió. He aquí que me veo 'a las claritas del día', con mi querido amigo y excelente profesional, Sergio Berbel, en la iglesia de Santo Domingo contemplando la salida, en un bendito cortejo que componían los pasos camino de la catedral.
Lejos de empujones, 'apretujones' y horas de espera, los pasos se mostraban de una manera íntima, a la ciudad que se desperezaba mirando al cielo, el mismo que la noche anterior ya había avisado de sus lluviosas intenciones. Nos mirábamos todos creyendo, por algún momento, que eso estaba fuera del ámbito de lo real y que sólo se trataba de un sueño. ¡Qué poco cuesta madrugar cuando se descubren sensaciones únicas!
La calle Ganivet, preludio sin saberlo de lo que vendrá este año 2011, en tensa espera de una tarde, que con nubes, lluvia y todo lo que ustedes quieran, resultó mágica para la ciudad.
Josema Gómez, colaborador de Ser Cofrade y hermano de la Cañilla
No hay comentarios:
Publicar un comentario