La Passio según Carlos Feixas

Representaciones de Hermandades (AAC)

Volver la vista al 9 de abril de 2009 es recordar una jornada que quedó inscrita con letras de oro en los anales de nuestra Semana Santa. Podría recordar las calles llenas de gente como nunca antes se habían visto en nuestra ciudad. Podría mencionar anécdotas como la insólita estampa de 'La Borriquilla' guarecida en el parking de Ganivet. Sin embargo, prefiero centrarme en dos aspectos de lo que, a mi juicio, significó ese día para nuestra Semana Mayor.

La Passio Granatensis sirvió para que los cofrades granadinos despertáramos y descubriéramos el verdadero potencial de la unión de nuestras cofradías. Este Desfile Antológico supuso un esfuerzo sin precedentes de las hermandades y de otros muchos colectivos, una labor cuyo fruto fue el éxito de la celebración. Además, la Passio puso de manifiesto que Granada puede mirar cara a cara a otras ciudades y competir de tú a tú en cuanto al valor patrimonial y artístico de las sagradas imágenes que cada primavera toman las calles. Obras salidas de las prodigiosas gubias de los Mora, Ruiz del Peral y compañía, y que suponen un referente indiscutible de la imaginería andaluza.

Capacidad de organización y gran valor artístico fueron el respaldo a la candidatura de nuestra Semana Santa para convertirse en Fiesta de Interés Turístico Internacional. Un nombramiento que si bien no cambia para nada el día a día de los cofrades, lo cierto es que sí supone un sello de calidad de cara a la llegada de turistas a Granada. Ahora los cofrades y los granadinos tienen ante si dos retos de vital importancia para el futuro de su Semana Mayor. Los primeros, la obligación moral e histórica de conservar y acrecentar este patrimonio y de hacer florecer la vida espiritual de las hermandades. Los segundos el deber de colaborar con un movimiento, el cofrade, que reporta importantes beneficios para la ciudad. En las manos de ambos está que la celebración del 200º aniversario de nuestra Semana Santa pueda celebrarse con la misma brillantez que este primer siglo de vida.

Carlos Feixas, hermano de la Cañilla y de los Ferroviarios