martes, 1 de febrero de 2011

La Passio según Rafael Troyano

El público presencia la Passio en Gran Vía (La Opinión)

Mis compañeros de entrada analizarán, sin duda, la importancia de la celebración, lo único del día y las emociones que todos pudimos guardar en nuestra retina y en nuestro corazón. Como, sin duda, coincidiré en lo mismo, me gustaría resaltar los preparativos. Que un acontecimiento se prepare en esta ciudad con el mimo, el cariño y la concurrencia de intereses que consiguió la Passio ya me parece una buena noticia. Eso no ocurre casi nunca en Granada. Quizás nos acordamos del Mundial de Esquí y poco más... Los preparativos fueron laboriosos pero todos colaboraron. Granada se volcó con la Passio, el Ayuntamiento -lento- reaccionó a tiempo; las hermandades (salvando pequeños momentos de duda y excepción) colaboraron; y todos los actores del magno acontecimiento fueron a una. Eso, en Granada, es noticia per se.

La Passio Granatensis, en el recuerdo, fue un escaparate de nuestra Semana Santa, pero también un elemento de autoafirmación de nosotros mismos como seres capaces de colaborar en comunidad (algo antropológicamente vedado a la especie homo granadinense). Claro que para que todo esto funcionara, fue necesario que gentes como Gerardo Sabador y José Luis Clements (DEP), entre otros, echaran sus mejores esencias en un bote con el que nos perfumamos toda la Granada cofrade y, en general, toda la ciudadanía. Detrás de grandes acontecimientos hay grandes personas. El Mundial de Esquí no hubiera sido posible sin Jerónimo Páez... La Passio, sin los nombres antes mencionados, entre algunos más. Granada puede. Quizás necesitamos liderazgo para unirnos entorno a ideas de futuro.

Rafael Troyano, director de Ser Cofrade y hermano del Rosario

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